Cangas ostenta el privilegio de conservar una serie de danzas ancestrales declaradas de Interés Turístico Gallego. Los bailarines, muy especialmente las mujeres, lucen trajes de enorme vistosidad, nada usuales del folclore gallego. Un espectáculo único y exclusivo que remite a las raíces más profundas de nuestro ser colectivo.