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Sendero Circular de las Piedras de Coiro

Punto de salida/llegada:         Iglesia de San Cosme o Iglesia de Coiro

Longitud:                     11.74 km

Tiempo aproximado:                 4 h

 

El Sendero de las Piedras de Coiro tiene el atractivo de recorrer las zonas más verdes y frondosas del Concello de Cangas. Por algo, la masa boscosa del Carballal,  compartida entre Cangas, Bueu y Moaña, representa el mejor exponente del bosque caducifolio de la Península del Morrazo. Buena parte de esto es gracias al río Bouzós, que nace en Chan de Ermelo, a 350 m de altitud, y que desciende por Outeiro Grande y la zona de Pedrahedra formando una preciosa fervenza y desembocando finalmente en el Señal, en la antigua plaza de las Pontes, y tras pasar por más de 30 molinos.

El recorrido puede comenzar en San Cosme, en las inmediaciones de la PO-551 que une Cangas y Bueu, y a un paso de la salida de la Autovía del Morrazo, o en la iglesia de Coiro. La Capilla de San Cosme, situada justo en el límite con Bueu, a  comienzos del s.XVIII y conserva en buen estado su escudo. Y la Iglesia barroca de San Salvador de Coiro, con su imponente torre-campanario, visible desde muchos puntos, cuenta con una espléndida vista a la ría de Vigo y al val de Coiro. Desde el Pico de la Sierra o desde el Monte Pequeño, se contemplan hermosas vistas al val y a la ría de Vigo.

A lo largo del sendero, se encuentran tres  áreas de ocio: la de Espiñeiro,  la de Los Lagos y la de Coviña, con fuente y mesas, donde poder hacer un descanso. Las piedras, presentes durante todo el recorrido, algunas de gran tamaño, adoptan formas caprichosas y siempre cubiertas de musgo, como la mítica Pedrahedra o también conocida como “pedra dos Fuxidos”, lugar donde se agacharon algunos vecinos de la vila durante la Guerra Civil.

Se puede disfrutar de grandes masas de bosque autóctono y de repoblaciones de frondosas, hechas por la Comunidad de Montes de Coiro, con carballos, castaños, ameneiros, laureles, abelairas, etc y, desde hace un par de años, con una plantación de cerderas en colaboración del Centro de Investigaciones Forestales de Lourizán. También existe una gran variedad de helechos y líquenes en el entorno del río.

Las abundantes correderas empedradas y caminos hondos evidencian un pasado reciente de gran actividad agroforestal y gandera.