Cangas contó desde épocas muy antiguas con una serie de lugares, muchos de ellos de origen precristiano, donde se levantaron capillas y ermitas en cuyo interior se veneran imágenes sagradas para el cangués, sobre todo para los temas de enfermedades como la peste y la lepra, que arrasaron el pueblo en varias ocasiones. Estas capillas acostumbraban estar situadas fuera de los núcleos urbanos con el fin de evitar la presencia de estos enfermos.
Hoy en día se conservan muchas de ellas, siendo de interés turístico sobre todo por las romerías que se celebran en sus adros. Cabe destacar que en cada parroquia se encuentran ejemplos de distintas épocas y estilos, desde el románico al barroco.
En Coiro
SAN COSME Y SAN DAMIÁN. Situada en la zona de Parada, en la misma carretera que nos lleva a Bueu por la zona de Portela. Realizada en el año 1708 con un marcado estilo barroco, de una sola nave rectangular. Su puerta principal está presidida por un gran escudo, asimismo posee una puerta lateral dintelada. La fiesta de estos dos santos se celebra el 26 de septiembre y son los patrones de los médicos y boticarios respectivamente, siendo representado San Cosme con una vajilla de vidrio y Damián con un instrumental de botica dentro de una caja.
ESPÍRITU SANTO. Se encuentra en el barrio del mismo nombre y fue fundada en el año 1606 por un importante mercante de la época. Su estilo es barroco como se puede ver en su planta basilical, y en los recientes añadidos en la fachada. Tiene una sala al lado del altar mayor, a modo de sacristía. A finales del mes de mayo, en Pentecoste, los feligreses van a rendir culto al santo en busca de la curación de problemas de pecho tales como asma, tos, catarro,...etc
SANTO DOMINGO. Situada en términos de Coiro y lindando con la parroquia de Tirán, se levanta esta ermita fundada en el año 1718 por la familia Hormaeche. Al igual que las otras capillas, esta consta de una sola nave con cubierta a dos aguas. En un principio también había devoción por Santa Isabel. La ermita tenía una finalidad simplemente onomástica a sus fundadores: Domingo de Hormaeche e Isabel de Oitabén.
En Darbo
Capilla de San Roque
CAPILLA DE SAN PEDRO. Del mismo modo que las otras capillas, esta consta de una sola nave con cubierta a dos aguas
De estilo renacentista con trazos simples y conservada en buen estado. Su estado actual es fruto de varias reformas, que dejan a cielo abierto su última restauración en 1993. La ermita comparte advocación a San Pedro y San Isidro. La imagen de San Pedro, de unos 50 cm. de altura, fue donada en el año 1820 por una de las familias acomodadas de época. Este santo está representado con unas llaves en la mano, símbolo de las puertas del cielo, y con un libro en la otra como símbolo de penitencia.
Entre los siglos XIX y XX se empezó a venerar a San Isidro también. A este santo lo llevaban en procesión en un carro de bueyes adornado con espigas por ser el defensor de las cosechas agrícolas en la Edad Media. A Pedro marinero le piden, sobre todo, los marineros, abundancia en las faenas pesqueras así como en la salud. Los fieles acuden a celebrar la festividad de ambos santos el 29 de junio. Esta ermita cuenta además con diferentes imágenes como son la de Santa Rita, Santa Lucía y Santa Lourdes, siendo esta última la más reciente.
CAPILLA DE SANTA MARTA. Asentada en la parroquia de Darbo, al lado de la playa con el mismo nombre. La construcción es de estilo románico, y no se conoce su fecha exacta de construcción. A finales del Siglo XVI la iglesia se encontraba muy deteriorada, y fue en el 1603 cuando se restauró, perdiendo gran parte de sus trazas románicas. También se dispuso un nuevo diseño como la cruz sobre el campanario. La ermita permaneció en estado ruinoso durante gran parte del siglo XX, siendo reconstruida para el culto en los años 80. La leyenda cuenta que las hermanas de Lázaro, Santa Marta y Santa Magdalena, escapando de la persecución llegaron a espaldas del Morrazo, siendo el lugar exacto donde se encuentra la capilla con el mismo nombre. La iconografía representa a Santa Marta con el tributo propio de los leprosos: el cubo sujeto por la mano. Se utilizaba como señal sonoro para advertir a los vecinos de la cercanía de un enfermo.
CAPILLA DE SAN ROQUE. Ubicada en los términos de la parroquia de Darbo, desde lo alto se contempla una hermosa vista de la Ría de Vigo y de Cangas. Fue levantada en el siglo XVI, probablemente por consecuencia de las fuertes pestes que arrasaron la comarca en esa época. En un principio estuvo dedicada a San Sebastián, soldado del ejército romano que, condenado a morir a flechazos por hacerse cristiana, fue salvado por unas piadosas mujeres que lo curaron después de un tiempo, San Sebastián se presentó curado ante todo aquel que lo sentenció y lo creía muerto. A partir de este momento es elegido como patrón de todos aquellos salvados de una muerte segura. Este santo es representado semidesnudo, atado a un árbol y con varias flechas clavadas en el cuerpo. En el siglo XV San Sebastián es sustituido por San Roque, lo cual está representado desde un principio enseñando sus heridas en los tobillos y acompañado siempre por un perro. Ambos santos pasaron a ser los protectores de la peste. Se veneraron con entusiasmo durante las epidemias de cólera que padeció Cangas en 1832, 1854 y 1892. Los sacaban en procesión al tiempo que se atacaba al mal con luminarias en las que se quemaban plantas aromáticas y laurel para purificar el aire, echando todo esto después por las ropas de los muertos para evitar contagios. La festividad de San Roque se celebra el 16 de agosto y el de San Sebastián el 20 de enero.
CAPILLA DE SAN BLAS. También conocida como capilla de Santa Magdalena, se trata de una construcción del S. XII de una sola nave y de ábside rectangular. Tiene una puerta dintelada en el muro meridional y otra en el occidental con un tímpano. La ábside contempla un único elemento decorativo, un carnero y sobre él una cruz de círculo central. El alero es soportado por canzorros románicos simples y rematados con dos carneros. Está situada en Portela, cerca del Ayuntamiento de Bueu.
Esta iglesia también sirvió durante siglos como punto de peregrinación de aquellos que padecían el mal de la lepra. A causa de su deterioro, en el año 1598, el arzobispo Don Juan de San Clemente la mandó derribar, siendo después reedificada en el S. XVII. Se conserva afortunadamente sobre el piñón testeiro de la ábside el «Agnus Di», que nos recuerda su origen medieval. Erradicada la epidemia de la lepra, esta ermita se dedica a San Blas, obispo y mártir en 316 muy popular durante la Edad Media que ejerció de médico. Uno de sus milagros fue cuando se encontraba en la cárcel y una madre le llevó a su hijo atragantado con una espina, y San Blas le devolvió la vida. El ritual que se hace a quien acude a este santo consiste en ponerle dos cirios cruzados sobre la cabeza y tocarle con ellos la garganta. Este santo se representa portando en una mano los dos cirios cruzados y en la otra un peine de hierro junto con el niño que salvó o en ocasiones con un cerdo. Su festividad se celebra el 3 de febrero.
En Aldán
CAPILLA DE SAN AMARO. Situada en un robledal al norte de Menduíña. Se trata de un templo de estilo neoclásico (S. XIX), fruto de la reconstrucción de su antigua forma. Un arco de medio punto aparecido tras el retablo, nos permiten asociarle unos posibles orígenes románicos. La ermita es grande.
Consta de una sola nave rectangular y una sacristía anexa con un alpendre. Destaca su sobriedad, con pocos elementos decorativos que resaltan las líneas geométricas y clásicas. En esta capilla se venera a San Amaro (o San Mauro) el 15 de enero y Santa Mariña el 18 de julio. A principios de los 90, sufrió un incendio del cual solo quedaron intactas las campanas. Hoy en día está restaurada, sin retablo, con santos y cubierta nuevos. En la espadaña tiene una cruz paté. Cruces como estas también coronan la parte trasera y el pináculo del techo de la sacristía. Mientras se construía la iglesia de San Cibrán de Aldán, esta capilla tuvo la categoría de iglesia matriz de la parroquia. El atrio de la ermita está rodeado por una muralla en la cual podemos leer claramente San Amaro. Para su acceso están unas escaleras en semicírculo donde antiguamente se encontraba un portalón que impedía el paso al atrio. También podemos encontrar un crucero justo delante del edificio, un palco donde tocan las bandas de gaitas y la casa de las «Ánimas» también conocida como la «Casa de las Velas», empleada por las mujeres para rezar por las almas del purgatorio y donde se guardaban los cirios.
En Hío
Iglesia y crucero de Hío
CAPILLA DE SANTIAGO DE DONÓN. Pequeña capilla restaurada recientemente, situada al borde de la calzada al inicio del pueblo. sirve como lugar de culto para la gente del lugar es donde el párroco de Hío acude a realizar sus oficios. Como su nombre indica también está dedicada a Santiago Apóstol, al igual que la Ex-colegiata, que es la iglesia titular de la villa de Cangas. Su día de celebración es el 25 de julio, día de Santiago Apóstol y de festividad en toda Galicia.
CAPILLA DE SAN BARTOLOMÉ. Se encuentra en la parroquia de Hío, concretamente en Vilariño, y está dedicada a San Bartolomé, uno de los doce Apóstoles que compartieron mesa con Jesucristo en la Última Cena. Se trata de una pequeña edificación del S. XVI (1593) de trazos muy simples donde casi no se aprecia el carácter renacentista de su portada. Fue mandada construir por un importante vecino de Cangas, D. Xoán Labado Mercador, capitán de la villa que pidió tras su muerte que le dedicaran una misa al mes (hecho muy usual entre la gente adinerada de la época). En el año 1617, data clave en la historia de Cangas, la capilla sufrió el paso de los piratas turcos, teniendo que ser restaurada algunas de las imágenes. En cuanto a San Bartolomé la leyenda dice que fue desollado vivo, de ahí que sus atributos sean el cuchillo o bien su propia piel que el santo lleva en el brazo de una sola pieza a modo de gabán. Su festividad conmemorara el día 24 de Agosto.
CAPILLA DE SAN LORENZO. De esta capilla ubicada en Hío pero en la zona de Vilanova, podemos decir que es de reciente construcción y que no presenta ningún detalle constructivo destacable. Está dedicada a San Lorenzo, mártir condenado a morir quemado vivo en una parrilla. Su festividad es el 10 de Agosto.