

Nació en Cangas en 1844 y murió en Buenos Aires en 1924.
Como tantos hombres en aquella época, emigró a Argentina en 1858, con catorce años, junto con su familia. Allí trabajó y adquirió grandes propiedades dedicadas a la ganadería y a la agricultura, y realizó una gran fortuna.
Recordándo su villa natal, Cangas, y gracias al dinero que él aportó, se pudo construir el mercado, destruido por el temporal en 1894; hacer la pavimentación de los Barreros; una traída del agua; el palco de la música de la Alameda; la reconstrucción de la bóveda central de la Iglesia (qué era de madera) y el órgano; así como muchas necesidades particulares.
En el año de su muerte, en agradecimiento a su labor, la villa de Cangas quiso recordarlo en una escultura que situó en la Alameda Vella.
La obra es de Asorey, uno de los más grandes escultores de principios del siglo XX, y en ella se ve la combinación de materiales: el busto de Soage, realizado en bronce en la parte alta del conjunto, y lo que parece la figura de un marinero, vestido con ropa de aguas y botas.
Pola parte trasera, una gruesa cadena esculpida en la piedra rodea la escultura, y en los perfiles sobresalen los extremos de un barco, la proa y la popa.
Además, el conjunto se asienta sobre uno pequeño estanque, en el que podría parecer mar. Todo esto nos lleva a pensar en la figura de un marinero.