Bajando las escaleras ubicadas a la derecha de la iglesia, encontramos esta casa, que tanto ella como la que tiene enfrente, son dos bellos ejemplos de las típicas "casas de patín", las casas marineras por excelencia de Cangas.
La casa Barbicas actualmente acoge en la planta alta la oficina del PEPRI (Plan especial de protección y reforma interior).
Esta casa tiene su historia. Se dice que en la época medieval, sobre el s. XVI fue la primitiva Capilla del Hospital. En su interior conserva un arco de medio punto con motivos de bolas, sabiéndose de cierto que fue la puerta de entrada de la primitiva capilla, quemada por los turcos en el 1617.
Posteriormente, en el siglo XVIII fue cárcel, quedando todavía pequeños barrotes en varios ventanucos. Durante el s. XIX y hasta el 1900 aproximadamente fue sede del ayuntamiento. A principios del s. XX fue escuela, la popular "Escuela de Barbicas", llamada así por su maestro D. Manuel Mosquera. Y ya, en los últimos años, y antes de su rehabilitación, fue la dependencia municipal donde los trabajadores de la basura dejaban sus pertenencias personales.
A comienzos del 2000 se rehabilitó, poniéndose en valor como uno de los elementos arquitectónicos patrimoniales más importantes de Cangas.